Hoy, con un motivo totalmente distinto, y de forma totalmente involuntaria, he vuelto al lugar del crimen. Siete meses y un día después he vuelto y he recordado. He recordado y no he sentido nada, quizá culpa del cansancio, quizá de las endorfinas, esa extraña droga que llevamos dentro.

¿Significa eso olvidar? ¿He conseguido superarlo?

No, no quiero admitirlo. Sé que mi vida puede volver a parecerse a aquella que llevaba antes de ese día. Sin rencores, envidias, tensiones, más fácil.

Personas. Gente, por las que ahora no sé si sentir agradecimiento (hacia ellos) o desamparo (por mí mismo).

Aquella vez fue de noche, en verano; hoy era una mañana fría, de invierno. Aquel día era fiesta; hoy era parte de mi "época de exámenes". Aquella noche, cientos de jóvenes bebidos o bebiendo; esta mañana, cuatro jubilados y algún deportista; algún perro paseado, si cabe.

Me sabe mal pensar, que yo, ese llamado insensible, desarrollase semejante necesidad por ciertas personas.

Seh, claramente, tengo sentimientos.